¿Por qué se mueren los amores?

¿Por qué se mueren los amores? La respuesta a esta interrogante se vislumbra entre las páginas de este libro. Es un escrito de autoayuda y desarrollo personal en el que las parejas pueden encontrar una excelente guía para hacer su relación más duradera y placentera; muestra los tipos de relaciones de pareja que existen y qué papel desempeña cada individuo en la relación.

Los amores no se mueren porque sí, se acaban porque se fijan en la persona equivocada, porque nacen de la necesidad o porque los dejan morir. Es parte de lo que define la autora de este libro María Cecilia Betancur, una psicoterapeuta colombiana, quien estudió también Teología y es conocida por su trabajo en el campo del crecimiento personal, las relaciones de pareja y las relaciones familiares.

El propósito fundamental de esta obra consiste en ayudar a comprender por qué fracasan las personas en sus relaciones amorosas y por qué se separan las parejas, mediante el conocimiento de las distintas formas de amor que entrañan altas probabilidades de fracaso. Para llegar a ser feliz en pareja y experimentar a largo plazo el sentimiento de amar y ser amado, no basta con la fórmula que durante siglos determina cómo se conforma una relación amorosa: dos personas se gustan, se enamoran y por algún tipo de acuerdo, se unen para una vida en común. La realidad de hoy día es que las separaciones, divorcios y largos noviazgos rotos, alcanzan índices impresionantes. Personas profundamente abatidas por alguna de estas experiencias se preguntan por qué siempre fracasan en el amor o por qué han perdido el amor de su vida.

Es recomendable leerlo para hallar la respuesta a esas preguntas de porqué fallan los intentos de tener una relación sentimental estable. Cualquier tipo de lector puede sentirse identificado con los tipos de personalidades que menciona Betancur y de paso entender lo que debe mejorar en su vida para encontrar esa persona ideal para pasar el resto de la vida o en el mejor de los casos, cómo ser esa persona ideal que otro está necesitando para ser feliz.

Por: Miguel Àngel Arias G.